El principal será responsable de sus propios errores y omisiones, así como de los de sus agentes, en particular de las consecuencias resultantes:
– mediante un embalaje que no se ajuste a los requisitos de transporte acordados
– información inexacta, imprecisa o que falte en la orden de expedición, en el embalaje o en el objeto de transporte, en particular por lo que respecta a las mercancías que, debido a su naturaleza, no se aceptan para el transporte, o sólo se aceptan en condiciones especiales, o cuyo transporte está sujeto a requisitos especiales
– la ausencia o el retraso en la entrega de documentación necesaria, como facturas comerciales, documentos aduaneros, autorizaciones, etc.